jueves, 5 de febrero de 2009

Karla Cott: conexión y ¨afecto¨

La joven artista Karla Cott ataca los sentidos cuando nos presenta su trabajo y está muy conciente de ello, incluso lo verbaliza. Nos propone dos historias: la primera es la que vemos en las imágenes que crea, y la segunda es la narración -o las narraciones- en el entrelíneas de esa historia.
Con lápiz, pintura o imágenes animadas el efecto es el mismo. Un trabajo de sutil factura con una carga emocional que puede ser avasallante.
Según ha compartido con El Naufragio de las Palabras ¨el arte debe afectar la sensibilidad del espectador en múltiples niveles, sicológico, intelectual. El arte debe provocar el pensamiento, la reflexión y sublimación, ya sea sobre el yo, la sociedad y todas sus manifestaciones, instituciones, convenciones, etcétera¨.
Egresada de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico y actualmente estudiante de maestría en arte interdisciplinario en el programa Mt. Royal School of Art en el Maryland Institute College of Art (MICA), Cott es una artista figurativa que se arma de varios medios para proponernos personajes que nos miran y nos convidan a cuestionarlos. La carga surreal de su trabajo nos lleva de un lado a otro buscando los porqué invisibles de las imágenes.
Como explica Cott, los temas que la ocupan con frecuencia son la memoria y ¨la experiencia como constante cambio¨.
¨Desarrollo y utilizo imágenes con carga psicológica y emocional, lo que la autora Kathleen Stewart llamaría ´arresting images´. Son imágenes que entran a los sentidos y a través de correspondencias con las representaciones que utilizamos para percibir y capturar una noción del yo, de una era, de la política cultural; desde lo cotidiano -la familia, el estado, la ley-, hasta lo íntimo, crean en el expectador un momento de conexión, de afecto (´affect´, según Deleuze), estados de suspensión llenos de resonancia¨, explica la artista.
Por eso crea piezas como ¨Mano poderosa¨, que estuvo expuesta como parte de la exposición Ciudad/Papel en el Museo de Arte de Caguas (2008), realizada en tinta sobre papel. Esta obra sintetiza parte del trabajo más destacado de la artista hasta este momento.
Así lo ha hecho contar detalladamente el crítico Pedro Vélez quien señala: ¨No es sorpresa que un artista haga referencias históricas para lograr un discurso personal pero Cott ha creado una pieza que es una contradicción en sí misma, una obra retórica en la cual, aunque las referencias parecen ser obvias, las conexiones entre sí no lo son. Ciertos detalles formales han sido producidos de manera convincente para confundir, lo que hace de Mano Poderosa una descarga emocional, visual e intelectual¨.
Vélez detalla en su crítica publicada el pasado año en Box Score que ¨La imágen nos muestra una casa de arrabal hecha en zinc y sin techo, de interior oscuro y denso, en la cual vemos a una niña con cara de angustia parada en la entrada, mientras una mano gigantesca de forma caricaturesca atrapa a una ama de casa, como si fuese una muñeca de trapo que sonríe complacientemente. Rodeando la escena se ven nubes esponjosas en alto contraste y un jardín árido con lo que parecen ser troncos quemados y un alambre de púas que corta el espacio frontal horizontal. Las sombras parecen que provienen de objetos tridimensionales tal y como las de un libro móviles o pop-up, lo que hace parecer a este dibujo una especie de retrato en blanco y negro de un escenario miniatura¨.
Los trabajos más recientes de Cott resultan más despejados en su composición, a diferencia de ¨Mano poderosa¨ y las logradas pinturas presentadas en la Galería Guatibiri hace unos años, cuando mostró imágenes cargadas de elementos, con gran movimiento, y figuras-rostros enigmáticos.
En sus propuestas en animación, realizadas en Baltimore, se repite el blanco y negro de ¨Mano poderosa¨, pero esta vez sobresale la economía del trazo en varios casos, reduciendo la distracción visual y ampliando el trabajo mental. Personajes humanos y animales no tan animales, que pisan o vuelan sobre terrenos que inquietan ocupan esas cortas animaciones.
Aunque comenzó pintando al óleo, ahora Cott prefiere el acrílico por su secado rápido, pero sostiene que cada vez está más inmersa en la animación y la instalación, esto último por influencia de su ex profesora Zilia Sánchez.
¨(La instalación) es realmente mi medio de predilección porque puedo incorporar varios medios dentro de una sola instalación. Ahora, aquí en MICA, aprendí animación tradicional dibujada. Me pareció un paso natural ya que siempre he desarrollado imágenes que tienen una cualidad y sensibilidad cinematográfica, como si fueran film stills. Ahora diría que estoy animando más que nada y que lo continuaré haciendo, aunque siempre en el contexto de la instalación. Aún no me interesa desarrollar narrativas lineales ni feature animated films, sólo pequeños pasajes, escenas¨, comentó, y añadió que en estos tiempos ¨todo se vale¨ en la creación de una obra ¨si se utiliza con inteligencia¨.
Para su presentación de tesis trabaja en una instalación que incluirá siete animaciones cortas y dibujos en tinta sumi en gran formato. Aún no sabe si podremos ver ese trabajo en la Isla.
En cuanto a sus preocupaciones creativas señala que ¨en términos de mi trabajo lo más que enfatizo es un sentido de búsqueda, de movimiento. Por eso no me he dedicido por un solo medio. Me aburre hacer una sola cosa y me gusta siempre aprender algo nuevo. El ser humano en ningún sentido es estable, siempre cambia con el tiempo y la experiencia. Al constantemente cambiar el medio, quiero que mi trabajo a través, no sólo de la carga de las imágenes, sino también a través de lo formal y físico exprese esta inestabilidad y constante cambio¨.
Cuando se le pregunta cuáles son sus referentes, de inmediato menciona que son muchos artistas y escritores, principalmente en el área de la cinematografía.
¨Por ejemplo, he sido muy influenciada por el director ruso Andrei Tarkovsky, especialmente su película The Mirror, el director Chris Marker (La Jeteé, Sans Soleil), Ingmar Bergman (Persona, Cries and Whispers, The Trilogy of Faith), etc. También tengo mucha influencia de los modelos de memoria y experiencia propuestos por Walter Benjamin, Nietzsche, Marcel Proust, Freud¨.
Por el lado de los artistas, dice sentir una conexión con Louise Bourgeois, José Morales, Do-ho Suh, e Ilya Kabakov, entre otros.
Sin embargo, no aspira a lograr un reconocimiento similar al de esos creadores. ¨Quiero llegar a un punto donde me sienta que vivo una práctica de la libertad, en donde pueda hacer lo que me hace feliz y libre, el arte. No me interesa ser una "art star", pero sí quiero llegar a vivir de mi trabajo y poder determinar cómo lo presento y dónde¨.
Respecto a su futuro inmediato espera graduarse y fungir como profesora de arte en escuelas de Baltimore ¨y seguir trabajando en mis pinturas y animaciones para tener otro solo show. No tengo un gran plan; vivo en el ahora trabajando para el futuro¨.
Mientras tanto, labora como asistente en un proyecto de dos animadoras francesas que son profesoras en MICA, Laurence Arcadias y Juliette Marchand, quienes desarrollan una película ¨stop motion¨, Tempete dans une Chamber a Couche, y en la cual construye los ¨sets¨ y las marionetas que utilizarán. ¨Estoy emocionada. Quiero utilizar todos esos nuevos conocimientos y aplicarlos. Siento que seré más animadora que pintora pronto¨.
Al comparar con Puerto Rico su experiencia con la escena artística en Baltimore opina que en la Isla ¨como la escena es más pequeña, es más fácil hacer conecciones con las personas. Ademas en la Isla, está muy activa la autogestión y muchos artistas de mi generación están abriendo espacios, haciendo curaduría u organizando proyectos. Se abren oportunidades¨.
Mientras, en Estados Unidos, señala que todo está tan saturado que ¨hay que luchar más por las oportunidades¨.
¨Muchos artistas en la Isla, pienso, no ven el valor y el potencial en ese sentido en el arte puertorriqueño. Es campo verde y fértil, donde las posibilidades están en nuestras manos. Eso sí, en lo económico, aquí (en Baltimore) hay más oportunidades para conseguir fondos para proyectos. El estado brinda más apoyo¨.
Describe que ¨Baltimore es más barato y muchos artistas por esto pueden establecerse. Hay muchos colectivos DIY (do-it-yourself) de artistas jovenes haciendo innumerables actividades en distintos espacios en la ciudad desde teatro, música, fine arts¨.
Mientras afianza su carrera como artista, podremos esperar de Karla Cott que nos sorprenda con futuros retos desde la tela, el papel, la instalación o esas animaciones que ya comienzan a darle movimiento a sus singulares personajes enigmáticos.

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