martes, 17 de marzo de 2009

Rafael Vargas Bernard: al borde del límite

Rafael Vargas Bernard está serio. Se acomoda sus anteojos negros y ofrece algo de tomar. Observa atentamente a su entrevistador y tras la primera pregunta luce más relajado, recorre con la vista el espacio en su apartamento sanjuanero y contesta.
Gesticula con las manos y enciende su ordenador; también ofrece algo para picar.
Está claro que no se golpeará contra la mesa del centro, ni le lavará las manos a nadie durante las próximas dos horas, después tampoco.
Son aguas profundas en las cuales navega este joven artista quien ha hecho del performance o las acciones su lenguaje principal de expresión artística, el cual puede combinar con vídeo, sonidos, dibujos y objetos creados, entre otros medios.
De caracter apacible, Vargas Bernard imagina una situación, la ataca desde todos los frentes posibles y cuando siente que la domina involucra al espectador en una experiencia lúdica y violenta para dejarlo lleno de interrogantes. Se ha golpeado contra objetos, ha motivado a otros para que le peguen, y hasta le ha lavado las manos a las personas, para purificarlas de sus pecados.
Su trabajo no está dirigido a la contemplación, aunque nos detengamos a observarlo. Más bien insiste en hacernos partícipes. Asegura que por ahora sus proyectos están enfocados en ¨desarrollar una situación donde la acción la crea el participante¨.
De esa manera el artista se distancia un poco de trabajos o acciones previas donde enfrentaba sus límites y nos obligaba a mirarlo y al mismo tiempo a cuestionarnos nuestros límites. Sus presentaciones van directas a confrontar los niveles de tolerancia y permisibilidad de cada cual.
Ejemplo de esto han sido sus acciones ¨Arrastrarse por la cuneta¨ y ¨Lobotomía¨. En la primera se arrastró cuesta arriba por la calle Del Cristo en el Viejo San Juan para dramatizar la literalidad de una frase de uso común entre los puertorriqueños como es ¨arrastrarse por la cuneta¨. Mientras, en ¨Lobotomía¨ confinó en un salón de la Escuela de Artes Plásticas (EAP) en San Juan, a un grupo de estudiantes ante los cuales comenzó a golpear su frente contra un libro colocado sobre una mesa. En ambos casos las reacciones de los espectadores fueron documentadas en fotografías y vídeo, medios prácticos para dar fe de acciones efímeras como son los performances.
Al hablar del tipo de acción que realiza, conocida como ¨endurance performance¨, Vargas Bernard ha dicho que ¨lo que hago es llevar al cuerpo hasta un punto que es un esfuerzo sobrehumano y mantenerme en ese punto¨. Explica que tales trabajos están relacionados con lo que llama ¨el masoquismo puertorriqueño¨, y añade que en la Isla, sobre todo en asuntos políticos, ¨uno sabe que algo nos va a hacer daño, una decisión por ejemplo, y la seguimos tomando¨.
El performance tuvo su manifestación más concreta en los años 60 con artistas conceptuales como Bruce Nauman y Vito Acconci, entre otros. Pero sus orígenes comienzan a principios del siglo pasado con los artistas dadaístas en el Café Voltaire en Suiza, donde mezclaban varias disciplinas en sus presentaciones artísticas.
Incluso, algunos estudiosos van un poco más atras y empiezan a ver manifestaciones filosóficas en los futuristas, que antecedieron el performance.
Las nuevas propuestas de Vargas Bernard poseen una carga violenta menor o diferente a sus trabajos anteriores. Podría hablarse de otro acercamiento a situaciones extremas, que resultan ¨ingenuas¨ en un principio, pero no lo son.
Basta mencionar su presentación en la Galería 356 donde realizó cerca de un centenar de dibujos sobre papel, y como si estuviera en una subasta, comenzó a aumentarles el precio a cada uno mientras se los comía. El que deseara quedarse con un dibujo lo podía pagar y retener la porción que el artista no había masticado.
Consistía de un acto antihigiénico e inusual mediante el cual se tragaba el arte como producto de consumo. Una crítica directa a la objetualidad del arte, muy propia de los artistas conceptuales y fluxus que impulsaron el performance.
Vargas Bernard destaca que su intención es que el espectador forme parte activa de su pieza para explorar la relación artista-espectador. Dice que hay una intención de controlar a la gente mediante una acción, ¨y ver cuánto la gente me puede controlar¨.
De esta manera convierte al espectador en parte de la obra-acción, aunque no necesarimente implique el pensamiento de George Maciunas, quien a principios de los 60 decía que ¨el artista no debe hacer del arte una profesión. Todo es arte y todos pueden hacerlo¨.
Respecto al performance expresa que lo prefiere como medio porque ¨abre la puerta al caos y a lo no planificado. Siempre pasa algo no esperado. Está completamente abierto a cualquier cosa¨. Comenta que prefiere trabajar sus ideas en solitario, aunque ha participado en colectivos, como el grupo dedicado a las acciones, Puntos Suspensivos.
Por el momento, Vargas Bernard, admirador de Nauman y de Marina Abramovic, le da forma a nuevos proyectos que incluyen vídeo y acciones, entre otros.
En cuanto al futuro del arte, declara que le gustaría decir que las expresiones artísticas estarán concentradas en lo que son ¨experiencias efímeras, pero el mercado impulsará más experiencias interactivas¨.
¨Me gustaría decir algún día que el arte del futuro reflejará la cultura, pero la cultura ya realmente no existe porque la determina el mercado y el consumo de productos¨.
Mientras culmina sus estudios en la EAP y sigue desarrollando proyectos, expresa que lo importante para los artistas jóvenes como él es ¨no pensar que su carrera ya empezó y seguir experimentando¨.

sábado, 7 de marzo de 2009

Kristine Serviá: El atentado a ser organizada

Kristine Serviá organiza cosas en muchos sentidos. Es una preocupación de la artista de 29 años, que en un principio nos puede parecer una inclinación de raíces domésticas, pero trasciende esas enseñanzas que nos persiguen desde pequeños, de mantener siempre un orden.
Lo notamos en algunas de sus obras. Es la intención de organizar, ejecutada en cada dobles de una hoja de papel, en cada presilla insertada en papeles y sobres, en cada tachuela enterrada. Lo vemos en la disposición de los elementos que haya decidido utilizar para crear una pieza artística.
Sea una exposición, una acción o en la creación de una obra ¨siempre caigo en la organización de cosas. Es el atentado a ser organizada¨, comenta Serviá, quien proximamente completará un máster en The School of the Art Institute en Chicago.
Aunque asegura no ser tan organizada, lo parece. A su encuentro con El Naufragio de las Palabras en un Café en Hato Rey se muestra comedida, su tono de voz es moderado y mientras transcurre la conversación piensa con detenimiento cada oración.
En sus piezas ¨Domestics Diagrams¨, ¨Transactions Series¨ e ¨Inventario de pliegos¨, está clara la búsqueda del orden. La primera es la instalación de varios organizadores plásticos a modo de armario transparente suspendido en la pared, con compartimientos en diferentes tamaños. En cada hueco, cuántas historias, cuántos secretos, cuántas frustraciones y cuántas alegrías cabrán.
Armario-diaro, diagrama de la memoria cotidiana en cada pieza de vestir, en cada zapato, prenda o accesorio. La transparencia del plástico hace público lo privado, pero Serviá lo presenta vacio y lo vuelve enigmático; así le confiere carácter.
¨Inventario de pliegos¨ consiste de innumerables sobres, papeles y notas de diversos tamaños, agarrados con presillas y organizados como rompecabeza. Retirar una pieza significaría alterar el orden. Es la existencia predispuesta, invariable, sin derecho al libre albedrío.
Creadora del proyecto expositivo Publica y gestora de otras iniciativas entre artistas, Servíá, al igual que la mayoría de los artistas entrevistados para el proyecto 10CONTEMPO realiza un arte conceptual, en el cual utiliza principalmente la instalación, el performance y la fotografía.
Además de su afán por el orden, su otro foco de interés son las publicaciones. Pero no sólo como vías para la transmisión de información, sino como objeto creativo el cual combina con diferentes medios.
¨Sí utilizo mucho el trabajo en el formato de publicación, pero sigo utilizando la fotografía, el dibujo y el performance. Lo que realmente me interesa de eso es la pieza como objeto de colección¨, destaca Serviá, quien realiza la tercera y última edición de Publica durante la próxima Trienal Poligráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Para este evento no estará en la Isla por lo que Beatriz Santiago se encargará de la coordinación y montaje.
Publica, según cuenta, surgió como una iniciativa donde se exhibían piezas alusivas a las publicaciones. Comenzó como un panfleto doblado en el cual se documentaba una recopilación de trabajos y luego se realizaron dos exposiciones en =DESTO (Santurce, 2007) y en AREA (Caguas, 2008), con la colaboración de W/N.
¨Me parecen interesantes las estrategias de publicación. Sobre todo como los artistas fluxus utilizaban estos medios. Mi trabajo tiene muchas características del arte conceptual, pero en términos de filosofía tiene más de las ideas fluxus¨, añade, y menciona a Dick Higgins como uno de los artistas que la ha influenciado.
Higgins, quien nació en 1938 en Inglaterra y falleció en 1998 en Cánada, fue compositor, poeta y uno de los primeros artistas del movimento fluxus. Realizó varias publicaciones sobre artistas y en los años 60 acuñó el término ¨intermedia¨ para referirse a su trabajo inter disciplinario. Concepto muy presente en los artistas contemporáneos.
Mientras, el movimiento fluxus surgió a principio de los años 60 y planteaba precisamente el uso de medios interdisciplinarios para realizar sus obras, que incluían las artes visuales, la música experimental y la literatura. Se proclamaba el ¨anti arte¨ porque estaba en contra del arte tradicional como objeto comercial.
Desde que Serviá estudia en Chicago, luego de completar su bachiller en Imagen y Diseño, y Escultura en la Escuela de Artes Plásticas en San Juan, le han surgido otras preocupaciones y comenta que ¨he pensado mucho en varias cosas, en la realidad de lo inmediato, de cómo afecta a otros y viceversa¨.
En la Ciudad de los Vientos realizó un proyecto en el cual involucró a un notario para documentar su existencia a través de su trabajo. Primero ocurrió la visita a su oficina, luego la redacción de una affidavit y finalmente llevó el documento a otro lugar para validar la existencia de esa persona ante terceros.
Ese proyecto está dentro de los performances que realiza Serviá, quien a diferencia de otros jóvenes artistas puertorriqueños que presentan acciones, como Rafael Vargas Bernard, Vanessa Hernández y Abdiel Segarra, ella lo hace generalmente si espectadores. Dice que se siente más cómoda trabajando de esa manera, donde ejecuta una acción y se documenta con vídeo o fotografía y posteriormente la presenta.
En ese caso descarta la participación inmediata del espectador y le confiere un espacio más estático frente a su obra. Descarta que su método responda a la timidez.
Luego de un tiempo en Chicago, a donde han emigrado varios artistas jóvenes para continuar estudios o impulsar sus carreras, Serviá observa la escena local del arte y opina que ¨están pasando muchas cosas interesante en la Isla, pero creo que hay que meterle mano al asunto con más fuerza¨.
Se refiere a que los proyectos que se desarrollan ¨no sean una frivolidad, un capricho, que sean en serio. Estamos en un momento de muchos cambios políticos, económicos y sociales, y eso es bueno para el arte si se trabaja con seriedad¨. Además, recomienda que los artistas ¨deben considerarlo todo - en cuanto a los medios para realizar sus trabajos-¨.
Por lo pronto, destaca que le gustaría seguir haciendo proyectos de arte, organizando exhibiciones, continuar con la idea de trabajar en equipo, ¨y me gustaría publicar, ya sean libros de arte o catálogos de exhibiciones¨.
Está claro que el atentado a ser organizada seguirá presente.

jueves, 5 de febrero de 2009

Karla Cott: conexión y ¨afecto¨

La joven artista Karla Cott ataca los sentidos cuando nos presenta su trabajo y está muy conciente de ello, incluso lo verbaliza. Nos propone dos historias: la primera es la que vemos en las imágenes que crea, y la segunda es la narración -o las narraciones- en el entrelíneas de esa historia.
Con lápiz, pintura o imágenes animadas el efecto es el mismo. Un trabajo de sutil factura con una carga emocional que puede ser avasallante.
Según ha compartido con El Naufragio de las Palabras ¨el arte debe afectar la sensibilidad del espectador en múltiples niveles, sicológico, intelectual. El arte debe provocar el pensamiento, la reflexión y sublimación, ya sea sobre el yo, la sociedad y todas sus manifestaciones, instituciones, convenciones, etcétera¨.
Egresada de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico y actualmente estudiante de maestría en arte interdisciplinario en el programa Mt. Royal School of Art en el Maryland Institute College of Art (MICA), Cott es una artista figurativa que se arma de varios medios para proponernos personajes que nos miran y nos convidan a cuestionarlos. La carga surreal de su trabajo nos lleva de un lado a otro buscando los porqué invisibles de las imágenes.
Como explica Cott, los temas que la ocupan con frecuencia son la memoria y ¨la experiencia como constante cambio¨.
¨Desarrollo y utilizo imágenes con carga psicológica y emocional, lo que la autora Kathleen Stewart llamaría ´arresting images´. Son imágenes que entran a los sentidos y a través de correspondencias con las representaciones que utilizamos para percibir y capturar una noción del yo, de una era, de la política cultural; desde lo cotidiano -la familia, el estado, la ley-, hasta lo íntimo, crean en el expectador un momento de conexión, de afecto (´affect´, según Deleuze), estados de suspensión llenos de resonancia¨, explica la artista.
Por eso crea piezas como ¨Mano poderosa¨, que estuvo expuesta como parte de la exposición Ciudad/Papel en el Museo de Arte de Caguas (2008), realizada en tinta sobre papel. Esta obra sintetiza parte del trabajo más destacado de la artista hasta este momento.
Así lo ha hecho contar detalladamente el crítico Pedro Vélez quien señala: ¨No es sorpresa que un artista haga referencias históricas para lograr un discurso personal pero Cott ha creado una pieza que es una contradicción en sí misma, una obra retórica en la cual, aunque las referencias parecen ser obvias, las conexiones entre sí no lo son. Ciertos detalles formales han sido producidos de manera convincente para confundir, lo que hace de Mano Poderosa una descarga emocional, visual e intelectual¨.
Vélez detalla en su crítica publicada el pasado año en Box Score que ¨La imágen nos muestra una casa de arrabal hecha en zinc y sin techo, de interior oscuro y denso, en la cual vemos a una niña con cara de angustia parada en la entrada, mientras una mano gigantesca de forma caricaturesca atrapa a una ama de casa, como si fuese una muñeca de trapo que sonríe complacientemente. Rodeando la escena se ven nubes esponjosas en alto contraste y un jardín árido con lo que parecen ser troncos quemados y un alambre de púas que corta el espacio frontal horizontal. Las sombras parecen que provienen de objetos tridimensionales tal y como las de un libro móviles o pop-up, lo que hace parecer a este dibujo una especie de retrato en blanco y negro de un escenario miniatura¨.
Los trabajos más recientes de Cott resultan más despejados en su composición, a diferencia de ¨Mano poderosa¨ y las logradas pinturas presentadas en la Galería Guatibiri hace unos años, cuando mostró imágenes cargadas de elementos, con gran movimiento, y figuras-rostros enigmáticos.
En sus propuestas en animación, realizadas en Baltimore, se repite el blanco y negro de ¨Mano poderosa¨, pero esta vez sobresale la economía del trazo en varios casos, reduciendo la distracción visual y ampliando el trabajo mental. Personajes humanos y animales no tan animales, que pisan o vuelan sobre terrenos que inquietan ocupan esas cortas animaciones.
Aunque comenzó pintando al óleo, ahora Cott prefiere el acrílico por su secado rápido, pero sostiene que cada vez está más inmersa en la animación y la instalación, esto último por influencia de su ex profesora Zilia Sánchez.
¨(La instalación) es realmente mi medio de predilección porque puedo incorporar varios medios dentro de una sola instalación. Ahora, aquí en MICA, aprendí animación tradicional dibujada. Me pareció un paso natural ya que siempre he desarrollado imágenes que tienen una cualidad y sensibilidad cinematográfica, como si fueran film stills. Ahora diría que estoy animando más que nada y que lo continuaré haciendo, aunque siempre en el contexto de la instalación. Aún no me interesa desarrollar narrativas lineales ni feature animated films, sólo pequeños pasajes, escenas¨, comentó, y añadió que en estos tiempos ¨todo se vale¨ en la creación de una obra ¨si se utiliza con inteligencia¨.
Para su presentación de tesis trabaja en una instalación que incluirá siete animaciones cortas y dibujos en tinta sumi en gran formato. Aún no sabe si podremos ver ese trabajo en la Isla.
En cuanto a sus preocupaciones creativas señala que ¨en términos de mi trabajo lo más que enfatizo es un sentido de búsqueda, de movimiento. Por eso no me he dedicido por un solo medio. Me aburre hacer una sola cosa y me gusta siempre aprender algo nuevo. El ser humano en ningún sentido es estable, siempre cambia con el tiempo y la experiencia. Al constantemente cambiar el medio, quiero que mi trabajo a través, no sólo de la carga de las imágenes, sino también a través de lo formal y físico exprese esta inestabilidad y constante cambio¨.
Cuando se le pregunta cuáles son sus referentes, de inmediato menciona que son muchos artistas y escritores, principalmente en el área de la cinematografía.
¨Por ejemplo, he sido muy influenciada por el director ruso Andrei Tarkovsky, especialmente su película The Mirror, el director Chris Marker (La Jeteé, Sans Soleil), Ingmar Bergman (Persona, Cries and Whispers, The Trilogy of Faith), etc. También tengo mucha influencia de los modelos de memoria y experiencia propuestos por Walter Benjamin, Nietzsche, Marcel Proust, Freud¨.
Por el lado de los artistas, dice sentir una conexión con Louise Bourgeois, José Morales, Do-ho Suh, e Ilya Kabakov, entre otros.
Sin embargo, no aspira a lograr un reconocimiento similar al de esos creadores. ¨Quiero llegar a un punto donde me sienta que vivo una práctica de la libertad, en donde pueda hacer lo que me hace feliz y libre, el arte. No me interesa ser una "art star", pero sí quiero llegar a vivir de mi trabajo y poder determinar cómo lo presento y dónde¨.
Respecto a su futuro inmediato espera graduarse y fungir como profesora de arte en escuelas de Baltimore ¨y seguir trabajando en mis pinturas y animaciones para tener otro solo show. No tengo un gran plan; vivo en el ahora trabajando para el futuro¨.
Mientras tanto, labora como asistente en un proyecto de dos animadoras francesas que son profesoras en MICA, Laurence Arcadias y Juliette Marchand, quienes desarrollan una película ¨stop motion¨, Tempete dans une Chamber a Couche, y en la cual construye los ¨sets¨ y las marionetas que utilizarán. ¨Estoy emocionada. Quiero utilizar todos esos nuevos conocimientos y aplicarlos. Siento que seré más animadora que pintora pronto¨.
Al comparar con Puerto Rico su experiencia con la escena artística en Baltimore opina que en la Isla ¨como la escena es más pequeña, es más fácil hacer conecciones con las personas. Ademas en la Isla, está muy activa la autogestión y muchos artistas de mi generación están abriendo espacios, haciendo curaduría u organizando proyectos. Se abren oportunidades¨.
Mientras, en Estados Unidos, señala que todo está tan saturado que ¨hay que luchar más por las oportunidades¨.
¨Muchos artistas en la Isla, pienso, no ven el valor y el potencial en ese sentido en el arte puertorriqueño. Es campo verde y fértil, donde las posibilidades están en nuestras manos. Eso sí, en lo económico, aquí (en Baltimore) hay más oportunidades para conseguir fondos para proyectos. El estado brinda más apoyo¨.
Describe que ¨Baltimore es más barato y muchos artistas por esto pueden establecerse. Hay muchos colectivos DIY (do-it-yourself) de artistas jovenes haciendo innumerables actividades en distintos espacios en la ciudad desde teatro, música, fine arts¨.
Mientras afianza su carrera como artista, podremos esperar de Karla Cott que nos sorprenda con futuros retos desde la tela, el papel, la instalación o esas animaciones que ya comienzan a darle movimiento a sus singulares personajes enigmáticos.

martes, 13 de enero de 2009

Jason Mena: imagen, palabra y espacio

Desde que comenzó a experimentar con la pintura, el artista Jason Mena -sin pensarlo-ya comenzaba a ¨engancharla¨.
Y lo hacía literalmente, puesto que incorporaba ganchos de ropa con telas pintadas colgando de estos, como presagio a lo que sería su futura incursión en la creación de imágenes a través de la fotografía.
Sus telas abstractas con objetos adheridos nos remiten a las pinturas-esculturas de Robert Rauschenberg que adquirían tridimensionalidad real con su hibridación de medios al añadirles metales, sillas u otros elementos.
Mena, acepta que en sus obras no había una línea conceptual entre una pieza y otra, pero sí la intención espontánea de enganche, hasta que se topó con la fotografía hace cuatro años y encontró un discurso y una línea. Entonces se adentró en la exploración de los espacios, el manejo de la luz e incorporó el cuestionamiento de carácter social y político.
Este artista de 34 años quien ha expuesto en Estados Unidos, latinoamerica, Rusia y hasta en la República de Macedonia, estudió pintura en la Escuela de Artes Plásticas (EAP) en el Viejo San Juan y actualmente labora como fotógrafo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, donde documenta las exposiciones de sus diferentes salas.
Frente a su computadora-taller en su estudio en la antigua ciudad, Mena conversa con El Naufragio de las Palabras acerca de su arte, la pintura y la fotografía.
Al hablar sobre la pintura, no necesariamente concurre con la teoría del filósofo y crítico estadounidense Arthur C. Danto, quien aseguró en los 90 la muerte de la pintura al sostener que se habían agotado sus discursos; pero sí la cuestiona.
¨No la quiero descartar, no la encuentro ni más ni menos, simplemente está ahí disponible para utilizarla cuando la necesite para comunicar algo. Pero estoy otra vez tratando de cuestionarme si la pintura tiene sentido para mi¨, declara el artista, quien apenas trabaja un par de pinturas por año.
Para indagar en su cuestionamiento pintará el texto ¨Until it makes sense¨ muchas veces y al final verá si hay un cambio en su acercamiento al medio.
Mientras tanto, desarrolla varios proyectos a través de la fotografía, medio al que le ve una conexión con la pintura en términos de su preocupación por el manejo de la luz.
Se confiesa admirador de los impresionistas, precisamente por esa preocupación por la luz, ¨algo que es extremadamente importante en la fotografía¨.
Relata que a raíz de un curso de fotografía que tomó en la EAP comenzó a experimentar con el medio y a fijarse en los espacios vacíos que le comunicaban cosas. De ahí llegó a los objetos y a las personas que se sumaban a esos espacios.
¨Es un proceso de exploración de lo interior en esos espacios y luego de los espacios urbanos. Me fijo en las características arquitectónicas de esos espacios y su entorno cultural¨, explica. Y añade que ¨desde un principio siempre estuve buscando destacar una realidad¨ a través de la imagen.
Su proceso creativo es largo y a veces tarda hasta un año mientras le va dando forma a un concepto a partir de un espacio observado. Dice que escruta cada espacio que encuentra o que le llega por referencia de un amigo o conocido.
Hace algún tiempo trabajó una serie en espacios interiores, vacíos y blancos, en donde incorporaba la figura humana. Bien se podían observar imágenes un poco surrealistas como una pierna que abandonaba una habitación o un cuerpo colgando de una puerta a medio cerrar. Entre otras cosas, exploraba la ausencia mediante el vacío, las sombras y -otra vez- el enganche del cuerpo. Utilizaba entonces estructuras históricas o abandonadas.
Su trabajo del último año posee un carácter más social y político, al retratar espacios abiertos, urbanos, intervenidos por la propaganda publicitaria y sus significantes. A estos les agrega mensajes apropiados o de su autoría.
¨Todo es mentira¨ es el mensaje en uno de esos gigantescos letreros en medio de un área residencial y una avenida en Isla Verde, captado en una fotografia. Aborda el tema de la isla-paraíso tropical que se le vende al turista y a los nativos, en contraposición al paisaje del tapón, la falta de planificación urbana, el deterioro y ¨la calidad de vida¨ que estos suponen.
En otra foto de esta misma serie de paisajes urbanos, presenta una área residencial con otro ¨billboard¨ y el mesaje ¨Now is the time¨. Una carretera que parece infinita divide la comunidad de los vivos de un cementerio aledaño.
El mismo mensaje ¨Todo es mentira¨ lo puso a sobrevolar en un ¨banner¨ hace un mes durante la pasada edición de la feria de artesanía Bacardí en Puerto Rico, donde se congregaron ese día 17,000 personas. Dice que se trató de un experimento ya que no puede medir a cuántas personas realmente le llegó el mensaje o si lo entendieron.
Mientras, en República Dominicana capturó la imagen de un Mercado un día feriado, donde sólo se observa el lugar cerrado y junto a este un ¨billboard¨ con el mensaje ¨Physically absent and yet perceptually present¨. Se refiere a la imagen del subconciente que reconstruye el bullicio típico de estos lugares en un día normal.
Mena, con esas imágenes reforzadas con ¨textos-slogan¨ explora lo que es el ¨marketing¨, de cómo se mercadea la cultura y ¨cómo muchas veces se va distorsionando la realidad¨.
En la próxima feria Circa 09 en San Juan se propone presentar un proyecto que consiste de mensajes impresos en camisetas que regalará al público, con un discurso sobre el capitalismo. ¨Making it public¨ incluirá frases apropiadas del escritor alemán Bertolt Brecht, así como frases de personas con las cuales ha interactuado o que ha inventado.
¨Para mi lo importante es que la pieza cause una reacción y te saque de la zona de confort -sea pintura, fotografia o camisetas impresas-¨, destaca Mena, quien también ha hecho video y performance.
En uno de sus notables trabajos de 2005 se incluye como parte de la obra al escanear su rostro y producir nueve fotografías de gran formato que presenta el tema de la identidad en la serie ¨Expanded proportions¨. En estas sobresalen la expresividad del rostro deformado, agrandado hacia los lados. Aunque distintos, un poco hacen recordar los grotescos rostros deformes de gran fuerza expresiva de Egon Schiele, quien también se incluía como figura de su obra.
Una nueva serie que trabaja está totalmente dedicada al asunto de la luz en paisajes monocromos, que llama ¨The imaginary has no depth¨.
Mena, quien fue uno de los fundadores del espacio alternativo de proyectos de arte =DESTO, produce un arte refinado, que requiere más de una mirada del ojo común para acercarse a sus variadas lecturas y compresión. Incluso los textos, aunque en ocasiones resulten literal, siempre tienen algo más que decir.

domingo, 11 de enero de 2009

Catherine Matos Olivo: La memoria y el olvido como campos de exploración infinita

Catherine Matos Olivo escarva y rebusca en la memoria para desnudar el alma. Llega hasta ese lugar de los sentimientos a través de la arqueología en sentido literal y figurado, y al final de ver su obra no no queda más que tragar hondo.
Con piezas desenterradas, encontradas, con dibujos catárquicos, incluso con una pared rasgada, descubre una parte de la historia -su historia- y nos hace cómplices de ciertas realidades.
Comienza a documentar los vaivenes del paso del tiempo y la cotidianidad familiar a partir del Alzheimer de su progenitora y nos lleva a ponernos el sombrero del hijo, del familiar, incluso del paciente. Y otra vez tragamos.
En eso consiste parte del trabajo de Matos Olivo, quien estudió pintura en la Escuela de Artes Plásticas en San Juan y recién completó una maestría en nuevos medios en el Transart Intitute en Austria.
En su casa taller -objeto de sus excavaciones-, en Toa Baja, recibió a El Naufragio de las Palabras para compartir su trabajo y sus inquietudes.
¨Yo dejé de pintar en el 2005 porque ya no cubre las necesidades que tenía y comencé a usar el video, la fotografia y hasta proyectos en la web y arte que incluye teleconferencias¨, expresa Matos Olivo y menciona que ¨trabajo con la fragmentación del tiempo, de lo que es real o no¨.
Sus últimas pinturas son de 2003 como parte su comentada exposición IRIS, en la galería Guatibiri en Río Piedras.
En esa ocasión presentó tres muestras de trabajos que incluían 75 pinturas en pequeño formato, fotografías y dibujos.
Con esa muestra exploraba y documentaba el proceso degenerativo de la enfermedad de Alzheimer. Con las pinturas mostraba escenas cotidianas de los regalos que le hacía su madre, de los objetos colocados en lugares inusuales, todos acompañados con las conversaciones familiares. Son frases, en ocasiones coherente, en otras ausentes de sentido como los poemas dadaístas donde se subvertían el orden de las frases y palabras para crear un nuevo texto ausente de significación lógica, pero esta vez surgen de un proceso físico incontrolable.
Se trataban de piezas anecdóticas con una fuerte carga expresiva y emocional.
Las fotografías capturaban los objetos atesorados por su madre como una extensión de la memoria perdida. Incluían colecciones de figuras en porcelana, entre otras.
Mientras, los dibujos consistían de los trazos que realizó su progenitora durante tres años, donde se percibe la degeneración del trazo conforme avanzaba la enfermedad. Un proceso terapéutico se convirtió en un discurso plástico para retratar una realidad.
¨Yo creo que los artistas no se pueden alejar del tema de la memoria porque sin tu memoria no eres nada. tu eres por tu memoria y eso estaba presente en la muestra¨, declara Matos Olivo.
La artista volvió a retomar el tema en su exposición JM-19 de 2008, donde ocupó por completo la casa de su infancia y la sometió a un largo proceso de investigación que incluyó la excavación en el patio ¨y en las paredes¨. Utilizó video, fotografía, intervenciones e instalación.
Del patio recuperó materiales del pasado, objetos encontrados, y en las paredes llegó hasta el cemento luego de raspar capas y capas de pinturas de toda una vida. Además, documentó la construcción de la casa, que surgió del proyecto de modernización de la Isla, siendo ésta la primera urbanización en Levittown.
Este trabajo fue parte de su proyecto de tesis en Austria, ¨Analogía y catarsis: la enfermedad de Alzheimer y la desintegración de la memoria y el espacio¨. Matos Olivo se ha presentado en la bienal de Estambul, en proyectos en el Tate Modern en Londres con Allora & Calzadilla, y en Austria.
Con otros dos artistas participó en el proyecto ¨Televicomunicatorium¨, que consistió del diseño de un artefacto con antenas e imágenes y lo incluyeron en el sitio de Wikipedia. La información sobre el proyecto fue retirada al detectarse que se trataba de una falsedad. La idea jugaba con la presentación de una falsedad disfrazada de ¨verdad¨ en el espacio cibernético.
Como muchos artistas, Matos Olivo ha desempeñado innumerables oficios alejados del arte lo cual dio pie a la serie de fotografías ¨Trabajo es igual a trabajo¨, mediante la cual se presenta en el desempeño de esa funciones con sus distintos atuendos o uniformes.
Al evaluar su trabajo, la artista asegura que lo importante ¨es ser fiel a mi misma, demostrar mis intereses y lo que siento¨, sin seguir las modas estilísticas dictadas por el mercado.
De la misma manera no utiliza el medio en función de la moda, aunque en su caso resulta totalmente conemporáneo. ¨Cuando creas un idea, es la idea la que te va a dictar el medio¨.
¨Para mi definitivamente la idea es lo más importante -no las consideraciones estéticas-¨, agrega Matos Olivo, y dice que en ocasiones su trabajo puede parecer ¨sloppy¨ o descuidado en términos estéticos.
En cuanto al arte en Puerto Rico le resulta curioso que en un país tan pequeño, en general las personas no tengan una perspectiva de las manifestaciones vigentes.
¨Yo encuentro que es un simulacro lo que la gente común ve. Lo que está pasando en el café donde se reúne un grupo de artistas o en la casa de un artista, los intercambios que se dan, y lo que después se presenta en ciertas exposiciones es otra cosa¨, opina Matos Olivo y explica que sí se están realizando cosas diferentes y mucha gente no se entera porque no las visitan o no son reseñadas.
¨Para mi una de las cosas que más aprecio en una exposición es la interacción con la gente, los que saben de arte y no, ver qué les interesa y cómo reaccionan¨.
Al presente la artista se dispone a iniciar un nuevo oficio, el de profesora en la EAP, mientras le da forma a varios proyectos conceptuales, siempre con la memoria, el recuerdo y el olvido como campos de exploración infinita.

lunes, 5 de enero de 2009

Karlo Andrei Ibarra: El arte y su mirada al ¨Sur¨

Karlo Andrei Ibarra se confiesa fanático de la lectura, tanto así que si no fuera artista asegura que habría estudiado literatura.
Prefiere a los escritores latinoamericanos y de inmediato destaca nombres como Cortazar, Benedetti, Borges, Vallejo y Galeano, entre otros. Y no se le escapan varios del patio, como Angela María Dávila y Manuel Ramos Otero. La lista es larga.
Como artista conceptual cuenta que se nutre mucho de lo que lee, sean ensayos, historia, ficción y sobre todo poesía. Encuentra en las palabras escritas esa chispa que captura su atención y que no suelta hasta que encuentra la manera de transformarlas en lenguaje visual para comunicar los asuntos que le preocupan.
Para esto se vale del ¨ready made¨ al apropiarse de objetos cotidianos que transforma al quitarle o añadirle elementos, y les confiere otra vida.
El encuentro de El Naufragio de las Palabras con Ibarra, de 26 años y egresado de pintura de la Escuela de Artes Plásticas en el Viejo San Juan, ocurrió en la librería La Tertulia en Río Piedras, rodeados de libros y entre sorbos y sorbos de varias tasas de café.
¨Mi trabajo funciona como un documento para ejercer ciertas reflexiones relacionadas con la identidad política, social, además de cuestionar muchas veces las fronteras culturales y geográficas desde un punto de vista sicológico¨, declara el artista.
Añade que su trabajo ¨se apoya en ocasiones de ciertas acciones como caminar, observar e identificar las distintas relaciones entre entorno e individuo y sus distintas significaciones que como resultado aluden a temas como migración, identidad, globalización, etcétera¨.
Con su trabajo ofrece una mirada a los problemas o realidades latinoamericanas que le son cercanas por su composición familiar. Ibarra es hijo puertorriqueño de padre chileno y madre uruguaya, hermano de dominicana y familiar de argentinos.
Todo ese entorno está contenido en gran parte de su trabajo, como en una de sus piezas más notorias y que ha recorrido algunos lugares distantes. Se llama ¨Flesh map¨ y fue realizada como parte de su tesina de graduación.
Cuando pensó que todo había terminado con dicha pieza tras no ser aceptada en la Muestra Nacional de Artes Plásticas (2006) del Instituto de Cultura Puertorriqueña, la misma llegó a la Tercera Bienal de Bucharest en Rumania, estuvo el pasado mes en la feria Scope Miami con el grupo The Storehouse Group y ahora se encuentra en Suecia en el Museum of Umea University.
¨Flesh map¨ es la fotografía de un mapa de las Américas realizado con carne de res, mediante el cual hace su comentario acerca de la realidad económica de la región. En Bucharest, por ejemplo, la fotografía de gran formato fue presentada junto a una versión del mapa con carne fresca.
Ibarra comenta que el medio no importa, sino la idea que pretende comunicar. Por eso, una de sus piezas consiste de una alfombra con el texto ¨Cuando teníamos todas las respuestas nos cambiaron la preguntas¨, presentada en Washington siendo parte del proyecto Landings, que agrupa a artistas latinoamericanos.
En la feria Circa y la Feria de Arte Sonoro, ambas celebradas en el 2008 en la Isla, presentó una carretilla de construcción preparada con un tocador de discos compactos, para que los obreros de la construcción puedan interactuar con la música popular mientras desempeñan sus funciones. La intención de la pieza era documentar esa acción y explorar los distintos estilos de música que prefieren los trabajadores.
A Cuba llevó ¨Continental¨ en 2007, un letrero en neón con la frase ¨Vivir en América¨, el cual se mantenía encendido con la energía solar de Cuba. Explica que el neón estaba alterado para que se fundiera en cualquier momento ¨como si el concepto de América estuviese condicionado¨.
Esta pieza con su carga irónica nos recuerda los letreros y textos de neón de Joseph Kosuth y Bruce Nauman de mediados y finales de los 60.
Aunque Ibarra estudió pintura menciona que ¨lo más que me gusta ahora es el objeto intervenido porque también tiene una carga semiológica¨.
En su proceso creativo, luego de llegarle las ideas iniciales a través de la literatura, dice que en gran parte de los casos ¨pienso primero en esa idea como si fuera en pintura¨ y luego la desarrolla de manera conceptual.
A pesar de la exposición de sus obras en eventos importantes, el artista declara que la venta de piezas conceptuales es más difícil, sobre todo en Puerto Rico.
¨Yo no me preocupo por venderlas. Hacer arte conceptual es no tener carro, casa, no tener nada. Pero tampoco me intereza¨, expresa el artista, quien presentará una instalación este año en Badajoz, España, alusiva a las campañas políticas en la Isla.
Entre sus aspiraciones están que se de un junte y un intercambio notable entre los artistas locales y sus homólogos del resto de latinoamérica. ¨A pesar de las carencias, ellos -los latinoamericanos- son bien activos, por eso son mi ejemplo. Puerto Rico tiene una cultura bien latinoamericana, pero tiene una pantalla que no deja ver eso¨.
A la búsqueda de su comentario sobre el arte contemporáneo en la Isla dice que ¨veo una diversidad y una independencia de los artistas, sin ataduras de una institución y eso es positivo¨.
La estética de Ibarra es poética y desconcertante en ocasiones. Por eso la carretilla con música, por eso la carne cruda que forma un mapa. De seguro está a punto de ser más visceral y eso también es latinoamericano.